14 de mayo de 2014

Acta 14 de mayo

Mariano Ignacio Prado
Acta levantada en Lima el 14 de Mayo de 1879 referente a los aprestos de la escuadra del Perú hasta la partida del jeneral Prado a Arica.

En la ciudad de Lima, a las once de la noche del día 14 del presente mes de Mayo, estando reunidos los cinco señores ministros de estado que suscriben en el salón de despacho de S. E. el Presidente de la República dijo: que conociendo la gravedad de la situación de la república con motivo de las operaciones militares del Sur en la guerra declarada por Chile, había reunido en la noche del 11 del presente una junta compuesta del vice-presidente de la república, los ministros de estado, lo mas notable de la capital en lo civil, político i militar, así como a todos los que representan la prensa, eco u órgano de la opinión pública, i en ella espuso con toda franqueza i sin reserva el estado en que se encontraba nuestra armada en el Callao i nuestro ejército en Iquique i el de la república de Bolivia en Tacna, a fin de conocer cuál era la opinión reinante respecto a la salida de nuestra escuadra del Callao al puerto de Arica. 

En esa junta fué unánime la opinión respecto a la pronta salida de S. E. el presidente; mas en cuanto a la de la escuadra se habían presentado varios proyectos, siendo el primero de ellos el de que pronto salieran los dos vapores blindados Huáscar e Independencia a hostilizar los puertos de Antofagasta i otros de Chile, a la vez que S. E. se dirijiera a Arica para ponerse a la cabeza del ejército del Sur perú-boliviano; el segundo se reducía a que saliera del Callao toda la escuadra reunida con dirección a Arica, i antes de llegar a este puerto se desprendieran los dos blindados sobre el sur de Iquique con el objeto de llamar la atención hacia esos puntos, mientras los monitores continuaban su viaje; i el tercero que toda la escuadra siguiera junta hasta su destino. 

Contra el primer proyecto espresó S. E. que esa operación cuando menos demandaba veintiséis o treinta días, que era una eternidad atendiendo a la situación delicada de nuestro ejército en el Sur, a la probabilidad mas que segura de que la escuadra chilena bloqueara el puerto de Arica con uno de sus blindados i otro de sus vapores, privándonos del único puerto por donde hoi se puede auxiliar a nuestro ejército, i que es i tiene que ser la base i centro de todas las operaciones de la campaña, que las operaciones de los blindados sobre el Sur de Iquique podían ser infructuosas si no encontraban presas, i aunque bombardearían algunos puertos, también lo seria Iquique, en este caso podían ser incendiados los almacenes de provisiones del ejército, aunque ya se habían dictado las precauciones necesarias para evitarlo. 

Todos convinieron en las ventajas del tercer proyecto, pero presentaba el peligro de que antes de llegar a su destino la escuadra le saliera al encuentro el enemigo, i en este caso el éxito del combate era dudoso atendiendo a que la tripulación de nuestros buques, escepto la del Huáscar, tienen poca disciplina, porque hace una semana se han concluido las grandes reparaciones. Sin embargo, los comandantes de esos buques aseguran que en cuanto al ejercicio del cañón se consideran capaces de aceptar un combate, i se éste se efectúa en aguas mansas, las probabilidades nos favorecían. Como algunos señores creían prudente no esponer un combate de mar sin grandes seguridades i buen éxito, S. E. dio por terminada esa sesión semi-pública, a fin de meditar lo mas conveniente.

Continuó S. E. diciendo que la llegada de la correspondencia del Sur i el progreso de las reparaciones de la escuadra, inclinaban mas su ánimo (de S . E.) a ejecutar el tercer proyecto de la salida de toda la escuadra, porque consideraba remoto el único peligro de encontrarse con toda la escuadra enemiga, mientras que la situación del ejército del Sur i esos pueblos cada día se hacia mas crítica, pudiendo llegar el momento de que viéndose la población reducida al hambre, las provisiones del ejército se concluirían mas pronto i entonces el mismo ejército se vería en la dura necesidad de retirarse ala vista del enemigo, abandonando la defensa de Iquique i esponiéndose a los desastres de una retirada por los desiertos desprovistos hasta de agua, aun cuando ya tiene dada las órdenes mas prolijas para salvar en lo posible esta situación.

Sin embargo de tener (S. E. el Presidente) fundada su opinión, reunió la noche del 13 del presente otra junta mas corta en número, pero mas escojida que la anterior i a la que asistieron el vice-Presidente de la República, los Presidentes de las Cámaras, varias personas notables i los jefes de los blindados i monitores.

En esta junta se discutieron con mas franqueza los anteriores proyectos, i como se emitieron las mismas ideas que en la anterior, sin presentar otra objeción contra la salida de la escuadra que el peligro de encontrarse con el enemigo antes de llegar al puerto de Arica, o en esta rada, se precisó la cuestión siguiente:
"Una vez posesionada nuestra escuadra del puerto de Arica, ¿seria mas seguro el éxito del combate?'' La gran mayoría de los señores de la junta opinaron que en Arica nuestra escuadra contaba con muchas probabilidades de triunfo. El señor comandante García i García fué de opinión que la estrechez de la rada de Arica obligaría a nuestros blindados a salir de ella, i entonces no contarían con el apoyo de las baterías de tierra, i que los cañones de ésta no eran bastante poderosos para dañar a los blindados enemigos, i por consiguiente no debía ir la escuadra antes de que se colocaran dos o mas cañones de a 300 o mas fuertes. Algunos señores apoyaron al señor García; pero el comandante Grau i otros opinaron que sin alejarse del alcance de las baterías de tierra podían aceptar combate con grandes ventajas i probabilidades de triunfo. Que la colocación de los cañones de a 300 demandaba cinco o mas días i no podía efectuarse mientras el puerto no estuviera asegurado. Con lo que así terminó esta segunda reunión.

Continuó S. E. diciendo, que como en ambas reuniones se conoció que los comandantes de los buques se encontraban en situación tan difícil como delicada para espresar con entera franqueza i libertad su opinión, aunque todos aseguraron que marcharían sin trepidar a donde se ordenara, i que saldrían aunque no volvieran, quiso S.E. oírlos privadamente, i al efecto hoi fué al Callao, i a bordo de la corbeta Unión reunió a los comandantes de los blindados i de los monitores; les pidió que con toda libertad le manifestaran su opinión, precisando los siguientes puntos: primero, si el enemigo los encontraba en el viaje a Arica ¿cómo se procedería i con qué éxito? segundo, si en Arica podrían permanecer seguros los dos monitores, mientras los dos blindados hicieran sus escursiones por el Sur; tercero, si estando la escuadra en Arica podía ser bloqueado el puerto. 

Les manifestó S. E. que para la salida i marcha de la escuadra confiaba en que creía en que el enemigo no tendría noticia del movimiento, i lo probable seria encontrarse con un blindado i una o dos corbetas de madera, puesto que el enemigo siempre hacia de este modo todos sus movimientos, aun para espedicionar sobre puertos indefensos, lo mismo que había dicho en las dos juntas del 11 i 13 del presente.

Que en cuanto al primer punto, convinieron todos los jefes de los buques en que aun en el caso de encontrarse con un blindado, o con toda la escuadra enemiga, podrían continuar su marcha hasta Arica combatiendo, i en caso de que el enemigo los estrechara, los monitores se batirían con ventaja salvo que el estado del mar no permitiera abrir las portas de sus baterías, lo que no era probable atendiendo al estado tranquilo de la costa del Sur i a la estación; en cuanto al segundo punto, todos opinaron unánimes que los dos monitores se encontrarían en Arica en seguridad; respecto al tercer punto, continuó diciendo S. E. que después de esta larga conferencia con los jefes de los buques (desde las dos hasta las seis de la tarde) quería oír el voto de sus ministros, tanto porque deseaba el acierto, cuanto porque comprendía su gran responsabilidad.

Recapituló todo lo que había dicho i pasado en las dos juntas; i agregó que, según las noticias que había recibido del teatro de la guerra, cuyas cartas leyó, cada momento se complicaba la mala situación del ejército del Sur; i que consideraba de gran peligro la inacción de nuestra escuadra; cuando los peligros que corría al ir sobre Arica, aunque no imposibles, eran remotos, mientras que si de este puerto se apoderaba el enemigo nuestra escuadra ya no podría combatirlo con ventaja. Además el estado de vejez en que se encontraban los calderos de los monitores no mejoraría en un mes mas; pero que hoi, como después, los monitores tendrían que batirse con las mismas desventajas.

Entró S. E. en otras apreciaciones que se desprenden de cuanto se lleva dicho, i de las distintas opiniones espresadas en las dos juntas de 11 i 13 del corriente. Oída atentamente la esposición tranquila i detallada del presidente i la de varios de los señores ministros, el señor Irigoyen dijo que hoi, como en días anteriores, su opinión es que entre dos o mas peligros debe escojerse el menos probable, i que siendo éste la pronta salida de la escuadra, opinaba porque saliera mañana mismo; en igual sentido opinaron cada uno de los otros señores Ministros. En seguida preguntó el señor ministro Irigoyen a S. E. el presidente si había hablado sobre este proyecto con el señor jeneral La Puerta, vice-presidente de la república, porque creía conveniente ponerse de acuerdo con él por razones que fácilmente se comprenden; contestó S.E. pues ya había hablado sobre estos puntos con el señor jeneral La-Puerta, i éste opinaba por la pronta salida de la escuadra, con lo cual se concluyó esta sesión i firmaron.

—PRADO.
—MANUEL IRIGOYEN.—JUAN CORRALES MELGAR.
—M. FELIPE PAZ SOLDÁN. —-RAFAEL IZCUE.
—FELIPE SANTIAGO DEL SOLAR.


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Saludos
Jonatan Saona

3 comentarios:

  1. Tremendo show hecho montado por Prado, a sabiendas que el enemigo tenía planificado dicha contienda desde hace años y el lo sabía, el facilitó como lo hizo Piérola (califa) para que los sureños salgan victorioso en las proximas campañas, por tener intereses económicos con dicho país.

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  2. Anónimo: ¿He entendido bien tu afirmación de que Prado y Piérola facilitaron a sabiendas el triunfo de Chile?

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  3. Es lo más ridículo que he leído.

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