15 de octubre de 2013

Soldado Heroico I


Monumento al Soldado Heroico

Para las batallas por la defensa de Lima, (San Juan y Miraflores, el 13 y 15 de enero de 1881 respectivamente), participaron junto al Ejército regular, población civil quienes integraron la llamada reserva peruana. 

Uno de los escenarios más representativos de dicha defensa lo constituye el Morro Solar, sector donde la lucha se prolongó y se produjo una heroica resistencia, constituyendo aquél lugar desde entonces, en lugar de homenaje y símbolo de amor a la Patria

Durante la ocupación chilena, el panadero e impresor italiano Manuel Mazzi junto a un grupo de artesanos realizó una romería al Morro Solar para rendir homenaje a los caídos. 
Cuando las tropas chilenas desocuparon Lima, se realizaban desfiles cívicos al Morro Solar, teniendo como objetivo el recojo de los restos de los caídos en combate y trasladarlos en peregrinación al cementerio para su entierro.  Esta actividad en fue liderada en un principio por obreros y artesanos, luego participaron bomberos, y finalmente la población, convirtiéndose en homenaje cívico a los defensores de Lima.

Es así que durante el gobierno de don Augusto B. Leguía, por Resolución Suprema del 18 de noviembre de 1921 se determinó erigir un monumento con la finalidad de conmemorar al soldado peruano que combatió el 13 de enero de 1881 defendiendo la honra nacional.
Considerando: 
Que es patriótico conmemorar por medio de un monumento la heroica defensa del Morro Solar, y que el ejército debe contribuir a su creación;
Se resuelve:
1° Eríjase en el sitio conveniente del Morro Solar un monumento al heroico soldado peruano;
2° Los cuerpos de las guarniciones de Lima y sus alrededores, estacarán a la Escuela Militar de Chorrillos, mientras dure la obra, dos hombres cada uno, para que sirvan como obreros en la creación del monumento;
3° La Escuela de Artes y Oficios preparará los moldes y hará la fundición de los bronces:
4° Asígnese para esta obra la suma de mil setecientas libras peruanas  con cargo a la partida extraordinaria de guerra;
5° Encomiéndese al ministro de guerra el cumplimiento de esta resolución; y
6° Colóquese la primera piedra del monumento el 27 de noviembre próximo, con asistencia de todas las unidades militares de las guarniciones de Lima y sus alrededores.
Por Resolución Suprema también se nombra una comisión que se encargaría de dirigir la recolección de restos humanos en el campo de San Juan, compuesta por los Tenientes Coroneles José Manuel Román, Federico Hurtado y por el Mayor Domingo Risco. Estos restos serían depositados en cajas de madera y sepultados al pie del monumento.

Se logró reunir veinte cadáveres de soldados peruanos encontrados en el cerro “Zig Zag” los cuales fueron enterrados el 27 de noviembre (aniversario de la batalla de Tarapacá), en la ceremonia de colocación de la primera piedra, con la asistencia del Presidente Augusto B. Leguía y junto a estos se depositó, dentro de un tubo de aluminio, un acta certificando la autenticidad de los cuerpos y firmada por los miembros de la comisión.

El Coronel Jorge Marcel (Director de la Escuela Militar de Chorrillos) pronunció el siguiente discurso, donde explica el porqué fue elegido aquella ubicación para el monumento:
"La Escuela Militar ha cumplido con profunda devoción el deber que se impuso de colaborar a la obra patriótica de recoger y honrar los restos de los valientes caídos en San Juan. Los restos de nuestros héroes, recibidos con honores militares, han dormido en la capilla del plantel su glorioso sueño.
Hélos aquí, bajo los pliegues del pabellón nacional, en espera de la magnífica sepultura que la piedad y el reconocimiento de todo un pueblo les ha reservado.
En cuanto a mí, honrado para elegir el lugar en que debería elevarse el monumento a los soldados caídos en la batalla de San Juan, he escogido este punto.
¿Porqué? Porque esta eminencia será de hoy en adelante, el objeto de patrióticas peregrinaciones. La Nación entera vendrá aquí a honrar la memoria de los que cayeron en su defensa, y con el recuerdo y el culto de los muertos, los vivos fortificarán sus patrióticas esperanzas.
He escogido este punto porque el soldado peruano tiene en el Morro Solar un pedestal digno de su heroico sacrificio, como que fue el centro de la última y suprema resistencia, el fatal día de la batalla de San Juan.
El suelo que pisamos, señores, ha visto correr sangre de los mejores hijos del Perú. Aquí el heroico coronel Iglesias luchó hasta sucumbir, abrumado por el número, cuando toda resistencia era ya inútil; y después de 40 años, el suelo trastornado conserva todavía las huellas de ese encarnizado combate."
(continúa en el siguiente post)
Referencias:
- Luis Torrejón Muñoz. "Ritual y Nación. El caso de la procesión cívica al Morro Solar" publicado en la Revista "Historia y Cultura" n° 25 (2003)
- Johanna Hamann Mazuré "Monumentos públicos en espacios urbanos de Lima 1919-1930" Tesis doctoral, www.johannahamann.com  
- Juan Carlos Flórez G. "El ocaso del Soldado Desconocido" artículo publicado en su blog "Rastros de Guerra"
- Miguel Rodríguez "El Morro, el Cristo y nuestra esquizofrenia histórica" artículo publicado en el portal noticiasser.pe 
- Carlota Casalino y Rafael Sagredo "Representaciones y nociones de Perú y Chile en el siglo XIX"


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Saludos
Jonatan Saona

2 comentarios:

  1. Creo que hay una equivocación en el discurso que se dió, el Sr Iglesias nunca estuvo en combate en el Morro, él estuvo abajo, o me equivoco.

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  2. Arnaldo Panizo fye ek defensor del Morro...

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