11 de julio de 2013

Juramento de Tres Ríos

Cáceres y el soldado Yupanqui

El Juramento de Tres Ríos
En la localidad de Tres Ríos, el 07 de julio de 1883, Cáceres había convocado a una junta de jefes, a fin de llegar a un consenso sobre el paso a seguir. Personalmente, el General estaba decidido a dar la batalla, por varias razones, entre ellas las enfermedades y la deserción, y que la fuerza que existía estaba imposibilitada por el cansancio para seguir peregrinando.

Todos los jefes asistieron a la reunión, donde se emitieron diversas opiniones antes de llegar al acuerdo. Algunos propusieron la retirada por Santiago de Chuco, a la espera de una situación más propicia para reemprender la ofensiva sin riesgos, acumulando mayores efectivos con el auxilio de los varios grupos guerrilleros que actuaban dispersos en la región

Otros, como Secada, expusieron los múltiples problemas que afrontaba el ejército, sobre todo la carencia de auxilios en el Norte y la inferioridad de material bélico respecto al del enemigo, para fundamentar la conveniencia de volver a la región del centro, donde sería factible la reorganización adecuada. Pero la mayoría de comandos, especialmente el secretario Rodríguez y el coronel Luna apoyaron la decisión de presentar batalla, algunos observaron que “una retirada frente al enemigo al enemigo teníéndolo tan cerca provocaría gran desánimo en las tropas y su posible deserción en masa, visto que las sostenía más que nada el anhelo de medir sus armas contra las del agresor, el deseo de cumplir el deber patriótico que les había dado fuerzas para trajinar, enmarcar y contramarchar, desde Ayacucho hasta Huamachuco, soportándolo todo: enfermedades, frío, hambre, pobreza e incomprensión.

Y la vehemencia brotó de los labios del coronel Luna quien alzando su voz sobre las demás dijo "MAS VALE MORIR CON HONOR QUE RETIRARSE Y DISOLVERSE COBARDEMENTE"

Calló un momento el auditorio, pero la exhortación había sido tan directa e incontestable que la decisión sólo podía ser una.
En efecto, puesta la cuestión al voto, la Junta resolvió por unanimidad presentar batalla. 

Terminada la Junta, la hueste patriótica fue conformada para ser informada de lo acordado por sus jefes. Cáceres pronunció ante ella, en quechua y castellano, una vibrante arenga, que terminó con estas palabras que fueron a la vez un solemne conjuro.
"¡SOLDADOS!

PELEAREMOS HASTA VENCER AL INVASOR O MORIR POR LA GLORIA Y HONOR DE NUESTRA PATRIA. ANTES DE VER DESGARRADO Y HUMILLADO NUESTRO SUELO, DEJE DE LATIR NUESTRO CORAZÓN EN EL CAMPO DE BATALLA 
¡SOLDADOS!
¡VIVA EL PERÚ!"
Un prolongado y estruendoso eco retumbó, y acto seguido el General procedió a tomar el juramento de lealtad frente a los estandartes de todos y cada uno de los batallones.

Uno de los ejemplos más relevante de patriotismo fue dado por el soldado Lorenzo Yupanqui Berríos, del Concepción n°7, quien fue herido mortalmente durante la batalla de Huamachuco, y cuyos últimos momentos recordó emocionadamente el general Cáceres en sus memorias: 

"La lucha se desenvolvió desde el comienzo enconosamente pertinaz, cargando su peso sobre la izquierda enemiga que resistió con firmeza durante dos horas, hasta que los nuestros lograron rechazarla. Entonces entraron en línea todos las fuerzas contrarias en apoyo de su desfalleciente flanco, y la batalla recrudeció de nuevo: jefes, oficiales y soldados rivalizaban en valor, y ganaba trecho a trecho terreno al adversario, empujándole hasta una loma del sudeste del Sazón, donde tomó a resistir con denuedo y desesperada rabia.

En estas circunstancias, y cuando me dirigía con mis ayudantes y escolta al sitio culminante de la brega, para dar con mi presencia mayor impulso al ataque, vino hacia mí un soldado herido y pretendiendo tomar las riendas de mi caballo, me detuvo diciéndome: 
"Tayta, mi General, ve que he cumplido con mi juramento de los Tres Ríos" y desplomóse muerto. Esta escena de fidelidad y patriotismo me conmovió hondamente"


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Imagen, detalle de un cuadro de EtnaVelarde

Saludos
Jonatan Saona

6 comentarios:

  1. Fe, disciplina y bravura del soldado peruano.

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  2. Interesante esta información.

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  3. Huamachuco, gran triunfo de los muy jóvenes soldados chilenos.

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  4. Triunfo del ladronzuelo diría yo..amigo de lo ajeno

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  5. El juramento de tres ríos - vencer o morir - involucraba, o así lo entiendo yo, a todos los componentes de las fuerzas peruanas presentes en ese acto. Y hubo quienes optaron por retirarse, al hacerse evidente la derrota, para salvar la vida.
    Por otra parte, vemos en los relatos de oficiales de las fuerzas caceristas que, en su avance hacia Huamachuco, optan por dejar atrás la munición, por dificultades en su transporte, y llevar solamente 30.000 tiros de fusil, además de la dotación de cada combatiente. Las fuerzas de Gorostiaga, por su parte, que contaban con unos 28.000 tiros de Comblain, recibieron otros 80.000 el día 07.07.83 de manos del refuerzo que se les unió. En la versión peruana de la batalla, la falta de munición para sus combatientes fue decisiva en el momento cúlmine del encuentro, precipitando la retirada y derrota. Malas decisiones, malos resultados.

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  6. Exactamente como usted lo indica. No es que les hubiera faltado munición que es la queja de algunos peruanos para intentar justificar su derrota. Munición tenían, pero fallaron por no transportarla y dejarla muy atrás.

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