13 de diciembre de 2012

Manuel S. Ugarte

Manuel Sebastián Ugarte
Manuel Sebastián Ugarte y Moscoso 

Nació en Arequipa, el 12 de abril de 1851. Fue hijo de Manuel María Ugarte y Menaut, quien tras quedar viudo, perder al menor de sus vástagos y salvarse él mismo milagrosamente de una epidemia de peste que diezmó el sur peruano, optó en su edad madura por ofrecer su nueva vida al servicio religioso. Se hizo sacerdote luego de haber recibido el correspondiente permiso del Papa Pío IX.

Manuel S. Ugarte practicó el montañismo, deporte con el cual exploró y ascendió (en compañía de amigos) varias veces el volcán Misti.

En Lima fue uno de los primeros integrantes de la "Bomba Lima", primera compañía nacional de bomberos voluntarios peruanos, destacándose por sus valerosas acciones como cuando en acción heroica salvó de una muerte segura a un compañero herido.

Manuel Ugarte cuando aún era un adolescente, participó en el combate del Dos de Mayo, el 2 de mayo de 1866, en que el Perú venció a España.

Manuel Sebastián, una vez terminado sus estudios secundarios optó por estudiar y trabajar. Ejerció como practicante de farmacia y luego se convirtió en practicante de medicina. Precisamente siendo estudiante de Medicina, estallaría la guerra con Chile. Él, como muchos otros compañeros suyos de diferentes años de estudios en la Facultad de Medicina "San Fernando", acordaron ponerse a disposición absoluta de su patria (entre ellos Daniel Alcides Carrión quien participaría en la defensa de Lima).

En 1879, estalla la Guerra con Chile, y Manuel S. Ugarte se alista como voluntario, siendo asignado como ayundante de medicina en el BAP Independencia.

En el combate de Punta Gruesa, la fragata peruana Independencia perseguía a la goleta chilena Covadonga que intentaba huir. En tales circunstancias, la Independencia encalló con unas rocas superficiales ocultas por la marea que no figuraban en las cartas de navegación. La Covadonga detuvo su fuga y regresó sobre sus aguas, para disparar al buque varado. Manuel Ugarte, herido, consiguió salvarse al tiempo que ayudada a salvarse también a un compañero. La Covadonga reanudó su fuga cuando el monitor Huáscar capitaneado por Miguel Grau retornó para auxiliar a sus compatriotas.

Luego del desastre de Punta Gruesa fue trasladado a la corbeta Unión. En este buque hubo de capturar en combate al transporte chileno Rímac. La captura del "Rímac" constituye uno de los hechos victoriosos más importantes de los peruanos en esta guerra, al punto de ocasionar la renuncia y destituciones de las más altas autoridades chilenas cuestionadas por tan sorprendente suceso.

La Unión junto al Huáscar fueron perseguidos por la Escuadra chilena, ocurriendo luego el combate naval de Angamos, en ese combate, fue capturado el Huáscar y falleció Miguel Grau.

La etapa naval de esta guerra se cierra con el combate naval de torpederas frente al Callao, cuando ya el Perú prácticamente carecía de escuadra. Hubo dos combates de torpederas.

Ante las difíciles circunstancias que le tocaba experimentar al Perú, Manuel Sebastián escribió una carta familiar en que se revela el sincero afecto hacia los suyos y el inmenso amor hacia su patria. Este documento se ha conservado, de su puño y letra. Uno de sus fragmentos dice así:
"Papá: Tú bien sabes que cuando la patria está en peligro requiere que sus hijos le sirvan hasta el sacrificio..."
Durante el bloqueo del Callao, en las noches, tanto peruanos como chilenos enviaban sus lanchas torpederas a vigilar las actividades y posiciones del enemigo.

En una de estas acciones, una noche partió la lancha torpedera peruana Independencia. Su tripulación tenía la intención de hundir con un torpedo al acorazado chileno Almirante Blanco Encalada.

En tales circunstancias, el 25 de mayo de 1880, se encontró con las dos lanchas torpederas chilenas Guacolda y Janequeo; ante ello, la Independencia disparó primero cuatro cañonazos sobre la Guacolda mientras que casi simultáneamente repelía con su metralla a la Janequeo entablándose así durísimo combate. 
La Janequeo consiguió detonar un torpedo en la Independencia, matando a ocho de sus tripulantes y empezando a hundirla. La lucha parecía terminada pero aún la Independencia consiguió acercarse así hasta tocar la proa de la Janequeo.

Todo fue muy rápido, Manuel S. Ugarte (que era el segundo comandante de la nave), coordinó con José Gálvez Moreno (hijo del héroe del combate del 2 de mayo) quien estaba al mando, y aprovechando Manuel la corpulencia que el deporte le había dado, levantó y arrojó el torpedo que tenía preparado contra la nave chilena... consciente de su sacrificio mortal, previamente le había cortado la mecha para que con seguridad explote sin que los chilenos pudieran remediarlo, y por si no fuera suficiente, a Gálvez le correspondía disparar inmediatamente al torpedo para garantizar su estallido instantáneo sobre la cubierta de la Janequeo. Así fue. Manuel Ugarte fue despedazado por la violenta explosión y José Gálvez perdió temporalmente la vista y la conciencia. Casi simultáneamente se hundían así primero la Janequeo y luego la Independencia. La Guacolda recogió herido a Gálvez, pero después el mando chileno impresionado por estos hechos, lo devolvió al Perú y lo desembarcó en el Callao.

El cádaver de Ugarte fue recuperado el 31 de mayo y el gobierno peruano le rindió honores de general de brigada en su entierro.
Actualmente se encuentra en la Cripta de los héroes


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Saludos
Jonatan Saona

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